Dos son las perspectivas de trabajo para planear los casos: la primera consiste en seleccionar casos reales y, la segunda, en construir casos para la enseñanza. En ambas situaciones la estrategia de trabajo mediante casos puede ser una manera de abordar un tema. Los casos son una invitación para pensar, entendiendo que el pensamiento, la reflexión, son procesos inherentes a la condición humana. Las cualidades de los buenos casos consisten en estimular el pensamiento, la búsqueda de razones y el deleite o el placer por esta misma actividad.
El caso es una herramienta o instrumento para la enseñanza de un tema. La forma que adopta el caso es una narración, esto es, se describe cómo aconteció un suceso. Los casos son esencialmente interdisciplinarios. No se trata solamente de elegir una estrategia que hace más vívida o comprensible la enseñanza, sino de estimular el pensamiento y la reflexión. Por ello, los casos inscriben o plantean verdaderos problemas.
Para elegir un caso, este debe guardar relación con un tema que se pretende enseñar, con los temas relevantes del currículo. Es probable que dada la complejidad de los hechos reales, el caso pueda guardar relación con varios de ellos, pero el tema con el que guarda relación debe ser un tema sustantivo o relevante del currículo. La narrativa que encierran debe ser de calidad. No solamente por su correcta expresión escrita sino por contener una escritura “luminosa”, por ser atrapante y por contener el aura de la escritura que invita a continuar leyendo. Un buen caso provoca la discusión, incita a tomar partido, a reconocer controversias y a la búsqueda de mejores razones para continuar analizándolo.
Para llevar a la práctica en el aula esta estrategia, se debe escribir o seleccionar un caso con conexión directa con un tema del currículo, redactar preguntas para orientar el análisis o discusión y seleccionar materiales para poder profundizar el análisis.
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